Análisis
de la información obtenida en explotaciones bovinas
Gabriel Enrique Serrano Díaz
M.V.– Ganadería
Manzanares
Introducción
Durante los últimos años, han sido variados los
esfuerzos realizados para obtener una metodología clara y uniforme que sirva de
guía a los asistentes técnicos y productores comprometidos en los procesos de
producción bovina, para el análisis e interpretación de los datos generados por
estas explotaciones6, 7, 8 y 10. En este artículo, se presentan
algunos puntos conceptuales que pueden servir como orientación en este proceso
y se toma como modelo para el análisis, la información generada por el hato
comercial de Tibaitatá en dos períodos de tiempo.
1. Aspectos Conceptuales
Vale la pena aclarar que en los siguientes párrafos, se hace una
descripción de la forma como buscar, procesar, analizar y correlacionar datos
entre sí; pero no siempre está considerada la totalidad de las particularidades
inherentes a los diversos sistemas de producción, ni de las individualidades de
cada explotación, las cuales deben ser tenidas en cuenta por el asistente
técnico o preferiblemente por el grupo encargado del análisis de una
explotación, donde debe estar presente tanto el propietario como el asistente
técnico de la misma.
1.1. Consideraciones generales.
El primer punto a considerar en los análisis de información,
corresponde a las generalidades de la explotación, dentro de las cuales se
deben contemplar dos consideraciones importantes a saber:
1.1.1. Objetivos que el
productor plantea para la explotación. Se menciona
este factor, por cuanto la asistencia técnica ofrecida, debe estar acorde con
los objetivos que el mismo productor se plantea, los cuales igualmente deberán
estar relacionados con el entorno socio-económico donde se trabaja y con las
particularidades de la explotación específica que se maneja en su zona
agroclimática. No es lo mismo trabajar con el hato de una entidad dedicada a la
investigación (cuyo objetivo es la generación de ciencia y tecnología) que el
de una dedicada a la transferencia de tecnología (cuyo objetivo es el dar a
conocer metodologías y productos) y en los productores individuales hay que
tener en cuenta ciertas consideraciones diferentes para ganaderías puras cuyo
objetivo es la venta de genética, diferente a la explotación comercial que debe
ser rentable en igual forma que la anterior pero mediante la venta comercial de
productos (carne y/o leche) a precios competitivos.
1.1.2. Conocimiento y descripción
de las características generales de la explotación a analizar. Dentro de estos, pueden destacarse algunos como el sistema de
explotación (Explotación lechera, Doble propósito, Cría) y Sistemas de
Producción (Intensivos, Extensivos y Extractivos). Por otra parte, dentro de
los mismos sistemas de explotación existen variables como el sistema de manejo
general de los animales por categorías y estados fisiológicos como el sistema
de ordeño, sistema de crianza de terneros, manejo de las praderas y el pastoreo,
suplementación, manejo del preparto, divisiones del hato en lotes para
pastoreo, instalaciones y equipos, datos generales de ubicación, extensión y
precipitación pluvial y el plan sanitario de la explotación.
Estos dos aspectos por elementales que parezcan, son de suma
importancia, puesto que el primero es la base para la consideración de ciertos
"problemas" que de acuerdo al objetivo de la explotación pueden ser
vistos desde diferentes ópticas; mientras que los segundos albergan en muchos
casos las respuestas a una gran cantidad de inquietudes que normalmente surgen
durante el análisis de datos y en muchas ocasiones las posibles soluciones a
los problemas detectados2.
Es importante en todos los casos de análisis de información el hacer
una estructuración del proceso productivo para la realización del mismo. Cabe
en este punto aclarar, que el objetivo de esta metodología es la observación de
una gran cantidad de parámetros relacionados con Sanidad, Reproducción,
Producción y Economía; así como el establecimiento de relaciones de causalidad
para ir tratando de enlazar en forma lógica los eventos que pueden ser la
causa de un índice que aparece como llamativo por su bajo o alto valor.
La determinación de que un parámetro observado puede ser considerado
como "normal" o "anormal" dependerá en buena medida de los
patrones de referencia con los cuales sea comparado. Para estas comparaciones
se sugiere utilizar datos obtenidos en condiciones de producción similares a la
explotación que está siendo analizada; una alternativa de comparación pueden
ser "óptimos" obtenidos en la misma explotación considerando los
cuartiles (25%) superiores de los parámetros en análisis9 y 10.
Los componentes fundamentales de explotaciones Lecheras, de Doble Propósito
y ganaderías de Cría podrían reagruparse en las fases de levante y animales en
producción. Esta división sencilla facilita el análisis por cuanto en el
levante básicamente debe observarse la producción medida como el aumento de
peso de los animales en sus diferentes fases y la llegada de las novillas al
estado reproductivo a una edad "adecuada"4. En el otro
grupo, fundamentalmente se tiene como medida de eficiencia técnica, la
producción de leche y/o terneros por vaca por año. En igual forma, toma
importancia la evaluación de la cantidad de productos en relación al área
utilizada para la producción, medible como kg. de carne y leche por ha. en un
período de tiempo determinado4 y 5.
1.2. El Proceso analítico.
Dentro del proceso analítico, pueden seguirse varios pasos entre los
cuales vale la pena mencionar los siguientes:
1.2.1. Consistencia de los
datos. Nunca está de más, tener en
cuenta algunas consideraciones que hacen que los datos puedan presentar ciertos
sesgos. La primera consideración importante es el relacionar el inventario
inicial con el inventario final de animales en la explotación. Aumentos ó
disminuciones desmesurados en el mismo, deben ser investigados para establecer
la causa de los mismos. Es importante corregir este tipo de inconsistencias y
otras que se detecten antes de intentar realizar análisis de los datos, por
cuanto podrían llevar a desviaciones importantes en los cálculos realizados.
1.2.2. Composición del hato. Una vez asegurada la calidad de los datos, puede hacerse el análisis
de inventarios generalmente teniendo en cuenta la estructura del hato al
inicio, al final y como promedio durante el período de análisis. En este
aspecto puede constatarse, de acuerdo con los objetivos específicos de cada
explotación, la relación porcentual de animales en cada categoría como
promedio, situación inicial y situación final. En este sentido no es extraño
observar explotaciones con altas tasas de reemplazo innecesarias y que riñen
con los objetivos básicos de la misma. Otros cálculos que pueden ser realizados
incluyen la carga ganadera y la presión de pastoreo4 y 5; y la
identificación de animales con edades demasiado altas dentro de sus categorías
y bajos rendimientos productivos que deberían ser evaluados para posibles
descartes.
Igualmente, es importante establecer la composición racial del hato en
las diversas categorías, debido a la relación que la misma tendrá con la
producción de leche, el crecimiento animal y la susceptibilidad a ciertos
eventos. Generalmente, las recomendaciones relacionadas con el manejo de los
inventarios son de fácil implementación y pueden proveer el dinero necesario
para ejecutar otras recomendaciones que puedan requerir algún
tipo de inversión. Estos puntos y la adición de otros deberán ser las bases
para determinar el porque existen más crías o vacas, más leche o más carne pero
no si estos son buenos o malos índices.
1.2.3. El levante de Novillas. Tal vez el indicador de más alto nivel que pueda encontrarse para
evaluar este proceso es el análisis de la edad al primer parto y los
porcentajes de novillas paridas por edad3. Se insiste en el uso de una
combinación de los dos valores por cuanto los intervalos como la edad al primer
parto por requerir del cumplimiento de dos eventos generalmente se sesgan hacia
los mejores animales del hato. En la edad al primer parto, solamente se
incluyen las novillas que ya han parido, pero el tener una edad al primer parto
de 26 meses, no quiere decir que no puedan existir en el hato novillas de 40 o
más meses de edad sin haber parido.
El establecer la edad alrededor de la cual las novillas están
pariendo, evalúa la velocidad de crecimiento desde el nacimiento hasta la edad
en que puede aportar leche y/o terneros al sistema para retornar la inversión
de su levante3. Una consideración importante es la cantidad de
productos (terneros y/o leche) no producidos por mes que se retrase la novilla
en llegar a esta edad. En una finca con natalidad del 70% y producciones de
2000 litros de leche por lactancia, una vaca produce 0.7 terneros y 1400 litros
de leche al año, entonces, por cada mes de atraso en la entrada de una novilla a
esta etapa se dejaría de percibir el valor de venta de 0.06 terneros y 117
litros de leche.
Al encontrar problemas en la edad al primer parto, hay que revisar los
eventos relacionados en la etapa de levante para encontrar el punto crítico de
mayor impacto. Para que una novilla llegue a su primer parto debe lograrse una
preñez viable sin abortos, datos que pueden ser evaluados en la tasa de abortos
para las novillas y la edad a la concepción de las mismas. Pero para que la
concepción se realice debe haber un servicio fértil que puede ser evaluado en
la edad al primer servicio, los servicios por concepción de novillas y la tasa
de preñez al primer servicio (también cabe analizar los servicios por
concepción por toro y los intervalos entre servicios). Así mismo la realización
de un servicio está determinada por la llegada de la novilla a un estado
"óptimo" para el mismo y su detección, lo cual puede ser evaluado mediante
la curva de crecimiento de novillas y de ser necesario probablemente ajustar
las políticas de parámetros al primer servicio ó de alimentación en las
diferentes fases del crecimiento de novillas.
Puede ser necesario complementar los datos, con cálculos sencillos
para establecer ganancias de peso diarias en las etapas nacimiento a destete,
destete a 1 año de edad, 1 a 2 años de edad y poder localizar problemas en una
etapa más específica del crecimiento, así como probablemente ver la necesidad
de instaurar registros colaterales que permitan evidenciar ciclos ovulatorios
en los animales.
Algunas probables limitantes a detectar en esta fase incluyen: que la
ganancia de peso de los animales sea inadecuada; retardo de la pubertad; los
animales alcanzan la etapa reproductiva a una edad adecuada pero no son
detectados o simplemente las políticas de primer servicio son equivocadas; los
servicios necesarios por cada concepción son determinados por problemas con el
semen, el manejo de la inseminación ineficiente, calidad de los toros
utilizados, baja detección de celos, etc; la edad al primer parto se retarda
por la presencia de abortos y/o reabsorciones embrionarias que hacen que los
animales se demoren más para iniciar su primera lactancia.
1.2.4. El levante de Novillos. Normalmente, la evaluación de esta etapa puede
ser muy similar a la de las novillas pero sin la inclusión de parámetros
reproductivos. En este sentido el producto esperado es la mayor cantidad de
carne en el menor tiempo posible4 y básicamente puede evaluarse desde el punto
de vista de la curva de crecimiento de los animales.
1.2.5. Las Vacas en producción. En general, el análisis de esta etapa debe considerar los dos productos
que se espera obtener de un animal en esta categoría por año, que son leche y
terneros3 y 5. Los terneros son el único producto de las vacas en
los sistemas de cría, en la explotación lechera se consideran los terneros como
producto de la vaca hasta el nacimiento mientras en sistemas de doble propósito
y cría, se consideran vaca y ternero como una sola unidad hasta el destete del
ternero. Es decir, en los dos últimos, la mortalidad de terneros debe ser
evaluada conjuntamente con las vacas en producción, por el papel tan importante
que juega la vaca con respecto a la supervivencia de las crías, mientras que en
la explotación lechera, parámetros como éste se consideran independientemente
en la etapa de levante de novillas.
El número de crías obtenidas por vaca por año es básicamente el
reflejo del estado reproductivo del hato con todas sus posibles relaciones
causales. Mientras que la producción de leche por vaca por año está
determinada, por un lado, por la cantidad de leche producida por la vaca en una
lactancia (como reflejo de la sanidad, la genética, la alimentación y el manejo
entre otros)1 y 2 y el número de lactancias por vaca por año
obtenidas como reflejo de los parámetros reproductivos. En sistemas de cría
básicamente se evaluaría el número de crías por vaca por año mientras que en
explotaciones lecheras y de doble propósito habría que combinar el análisis de
crías y de la producción de leche por vaca por año.
La eficiencia reproductiva básicamente puede evaluarse teniendo como
parámetro de referencia la natalidad de vacas y con mucho más cuidado
considerando el intervalo entre partos3. En una explotación con 100
vacas, de las cuales solamente paren 40, se obtiene una natalidad del 40% que
corresponde a un intervalo entre partos real de 913 días. Pero en el cálculo
del intervalo entre partos solo entrarán las 40 vacas que parieron y si la
mayoría de estas había parido en el período anterior, el intervalo entre
partos calculado puede tener valores inferiores al real citado anteriormente
pudiendo causar confusiones en el grupo analista de la información.
Haciendo un esquema parecido al mencionado para las novillas y
teniendo como base el intervalo entre partos calculado con la natalidad
(I.E.P.= 365/T.N.) puede dividirse el intervalo entre partos en dos etapas que
son la gestación (generalmente al rededor de 280 días) la cual con la
tecnología actual difícilmente puede ser modificada y los días abiertos (días
transcurridos entre el parto y la nueva concepción), los cuales son los que
determinan el intervalo entre partos y que pueden ser manejados por el
productor y asistente técnico. Los días abiertos terminan con la preñez de la
vaca, para lo cual se requiere de la no ocurrencia de abortos, previo un
servicio fértil con el menor número de servicios posible y el tener y detectar
una vaca apta para servicio en el período post-parto más corto posible.
Algunos de los problemas detectables con este esquema incluyen
intervalos parto-primer servicio prolongados; problemas con el manejo de la
inseminación, el semen, calidad de semen y/o reproductores y observación de
calores; presencia de metritis propias del puerperio; presencia de enfermedades
y/o factores causales de abortos y reabsorciones embrionarias. Tal vez el logro
más importante en el análisis de información reproductiva en vacas es el poder
detectar la o las causas que tienen mayor impacto sobre los días abiertos en
las explotaciones.
En relación a la producción de leche, se deben evaluar los valores de
la duración de la lactancia; producción de leche por lactancia y producción de
leche a 305 días con sus respectivos óptimos para los diferentes números de
lactancia. De este análisis debe salir la consideración de aceptabilidad o no
de dichos parámetros1, 2, y 5. Vale la pena anotar que generalmente
duraciones de lactancia amplias están asociadas con intervalos entre partos muy
largos. Las diferencias productivas entre los diversos números de parto
asociadas con los objetivos del productor pueden determinar la tenencia o no de
ciertos grupos de vacas de menor eficiencia en altas proporciones y permiten
evaluar el mejoramiento genético expresado como la producción de las nuevas
generaciones de vacas con relación a las más antiguas del hato.
El uso de la producción diaria a 30, 60, 90, 120, 150, 180, 210, 240,
270 y 305 días de lactancia, permite la construcción de curvas de
lactancia para los animales de diferentes números de partos y su comparación
con los óptimos graficados simultáneamente. Estas curvas permiten evaluar la
presencia o no de picos de producción y visualizar la persistencia de las
lactancias. La evaluación de la producción acumulada a 90, 180, 270 y 305 días
post-parto, permite una evaluación más objetiva de la persistencia de la
lactancia, puesto que animales con picos de producción superiores pero con
caídas demasiado drásticas han demostrado menores producciones acumuladas que
animales con picos inferiores pero mejores persistencias posteriores.
El análisis de la producción lechera del hato por mes, permite una
clara evaluación de los porcentajes de vacas en producción, días en producción
y producción por vaca promedio con el posible efecto estacional mes a mes en el
período analizado. Adicionalmente es posible estimar el total de leche
producida en un período y obtener el dato de leche producida por vaca por día
en el hato.
Analizando los días secos, puede obtenerse una idea del tipo de manejo
que se da al período seco y su posible influencia sobre lactancias posteriores.
Es importante a este punto aclarar, que el hecho de que las vacas no queden
preñadas con la suficiente rapidez y su período de lactancia sea demasiado
largo, generalmente es menos rentable que el uso de suplementación que
garantice pronto su retorno a servicio2.
Si se considera la vaca como un todo, el encontrar deficiencias en la
producción láctea puede ser objeto de profundización en algunas áreas de la
información, específicamente en el área de la sanidad; pero la asociación de
problemas reproductivos relacionados con el alargamiento del intervalo
parto-primer servicio generalmente es indicio de la existencia de deficiencias
o imbalances nutricionales que impiden el aporte al animal de los nutrientes
para su mantenimiento, producción láctea, crecimiento -en el caso de vacas
jóvenes- y el funcionamiento reproductivo adecuado2.
1.2.6. Mortalidades, Síntomas
Clínicos y Abortos. Cuando se encuentran altos
valores de mortalidad, independiente de cual sea la categoría en estudio, es de
gran utilidad el apoyarse en las tabulaciones de este parámetro para establecer
patrones que ayuden a clarificar situaciones como edad de los animales muertos;
principales causas de muertes registradas; distribución estacional de las
muertes y síntomas clínicos registrados en animales muertos.
Otro análisis adicional que debe hacerse es el de síntomas clínicos
registrados que puede ser de gran ayuda si se logran establecer parámetros (que
pueden ser una forma de evaluación de planes sanitarios y actividades de
manejo) como frecuencia de los diversos síntomas registrados; tasa de
incidencia de eventos clínicos por categorías; distribución estacional de
síntomas; asociación con otros eventos como las variaciones climáticas, estados
fisiológicos de los animales y estado corporal de los mismos.
Los abortos en los casos que se considere un problema serio, pueden
evaluarse con relación a su impacto sobre la producción, expresado como el
aumento del intervalo entre partos de un porcentaje de vacas; disminuyendo así el
número de terneros y leche por vaca por año, en los casos que por ser tempranos
no dan origen a una nueva lactancia. En este sentido, abortos en etapas tardías
de la gestación generalmente no son de muy alto impacto siempre y cuando den
origen a una nueva lactancia y las complicaciones secundarias no impliquen
demasiados costos.
Puede ser de utilidad la generación de algunos patrones como: a)
porcentaje de novillas que abortaron; b) Porcentaje de vacas que abortaron; c)
Distribución de abortos por edad de los fetos al aborto; d) Distribución
estacional de abortos en un período de tiempo; e) Correlación con otras
alteraciones reproductivas, como aumento de los servicios por concepción, tasa
de preñez al primer servicio, intervalos entre servicios y otros; síntomas
clínicos registrados en asocio con abortos, como retenciones de placenta,
metritis, etc.; f) Historia de vacunación del hato y específicamente de
animales que presentan abortos.
Los parámetros anteriormente mencionados, si bien pueden no ser del
todo concluyentes, pueden ser de gran ayuda en la clarificación de problemas
presentes en el hato y reducir las posibles causas a un número bastante pequeño
que permita la utilización más racional de pruebas diagnósticas confirmatorias
de laboratorio. Adicionalmente podrían programarse estratégicamente las
acciones correctivas.
1.2.7. Parámetros financieros. De nada valdría conocer el estado técnico de una explotación si no es
posible hacer una evaluación clara de las implicaciones financieras de los niveles
de producción obtenidos con una tecnología que determina el nivel de costos de
ésta. Es importante en este sentido, el poder dividir la explotación en
actividades para el registro de ingresos y egresos que permitan la generación
de parámetros financieros de cada una de ellas y en conjunto para el hato.
El Margen Bruto es una comparación de los ingresos totales de las
actividades contra los costos variables en que se incurrió en cada una de ellas10.
Dentro de los ingresos se avalúan adicionalmente las transferencias de
productos a otras actividades de la explotación así como el valor del
inventario final de las actividades. Dentro de los costos variables se incluyen
adicionalmente las transferencias de productos de otras actividades a la
actividad en cuestión así como el avalúo del inventario inicial de la misma. El
objeto de incluir los valores de los inventarios no es otro que el evitar el
sesgo por retención ó venta de gran número de animales en la actividad durante
un período de tiempo. Las transferencias internas son avaluadas por cuanto son
insumos que de no tener otra actividad que los produjera, deberían ser
comprados en el exterior, lo mismo que muchos productos que de no existir otras
actividades colaterales, podrían ser vendidos al exterior. Los Márgenes Brutos
son una medida de la eficiencia de la utilización de insumos en las actividades
por cuanto evalúan básicamente la relación insumo/producto por unidad de
producción en cada una de las mismas.
Luego de obtener los Márgenes Brutos, pueden restarse de los mismos,
los Costos Fijos en los que se incurre en cada una de las actividades para
obtener de esta forma los Márgenes Netos10. Estos evalúan la
eficiencia de la administración de los recursos para cada una de las
actividades; es decir el mantenimiento de instalaciones, servicios públicos,
mano de obra utilizada, etc.
El costo del litro de leche sobre costos variables se obtiene sumando
todos los costos variables en los que se incurrió en la actividad de vacas de
leche sin incluir los valores de los inventarios (se utilizan los costos de
reemplazo), y dividiendo el total de los costos variables entre el total de
litros de leche producidos en el período analizado. Posteriormente se dividen
los costos fijos ocasionados por dicha actividad entre el total de litros
producidos para agregar dicho valor al costo del litro de leche en costos
variables y obtener el costo total del litro de leche.
La Ganancia Neta se obtiene de restar del total de ingresos, el total
de los egresos ocasionados y corresponde al resultado final del estado de
pérdidas y ganancias. Otros indicadores financieros que pueden ser de utilidad
son los Flujos de Caja, la Carga Financiera de la explotación y la utilidad de
la misma derivada del estado de pérdidas y ganancias.
1.2.8. Otras consideraciones. De acuerdo a los objetivos del análisis particular, todos los
parámetros pueden ser obtenidos y comparados en la misma explotación en
diferentes períodos de tiempo, o aún utilizando subdivisiones del hato por
sistemas de manejo, composición racial, sistemas de alimentación o alguna otra
consideración.
Las conclusiones y recomendaciones basadas exclusivamente en los datos
técnicos, podrían no ser muy lógicas si paralelamente no se analiza la
información económica y se da un sustento en este sentido a las mismas.
Generalmente, es difícil la aplicación de cualquier recomendación que
se produzca a través de un análisis; si las conclusiones, el impacto de los
problemas, las recomendaciones y sobre todo la viabilidad técnica y económica
de las mismas; no son mostradas con la suficiente claridad al productor, motivo
por el cual las recomendaciones deben
ser producto del consenso entre el asistente técnico y el productor.
En la evaluación del impacto de las recomendaciones se debe ser muy cuidadoso,
por cuanto el sistema de producción funciona como un todo y algunos efectos de
las mismas pueden ser difíciles de predecir si son evaluadas únicamente en el
corto plazo y en forma aislada. Como ejemplo de lo anterior, puede mencionarse
un ajuste total en la dieta de vacas en producción, cuyo impacto en la
producción de leche puede medirse de modo casi inmediato, mientras su efecto
sobre los días abiertos, intervalo entre partos y natalidad puede reflejarse en
la natalidad del año posterior al año en que se introdujo el cambio,
requiriéndose de casi dos años para la medición del impacto total de dicha
recomendación. Igualmente, debe pensarse que cambios como este pueden tener
repercusiones en el estado sanitario del hato y otros parámetros.
Referencias
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Proyecto Colombo-Alemán ICA-GTZ. Santafé de Bogotá, Colombia. 16 p.
8. LOBO, C. A.; LEZZACA, M.
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10. SERRANO, G. (1991). El
Monitoreo... Una herramienta para la asistencia técnica integral pecuaria.
Revista ICA Informa. Vol. 25 No. 4. Santafé de Bogotá, Colombia. p. 25 - 30.
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